El 25 de Abril de 2008 abríamos las puertas de Espora asumiendo el reto de construir un espacio dedicado al arte y la cultura urbana producida y disfrutada sin más condición que la de querer hacerlo. Inmersos en la escena del arte urbano desde principios de los 90 y conscientes de la dificultad de encajar este tipo de propuesta en los circuitos convencionales y comerciales del arte, decidimos apostar por una vía alternativa, abrir un espacio autogestionado y hacer partícipe al público del proceso de creación.
En estos años hemos podido compartir, explorar, bichear, debatir ideas y experimentar nuevas formas de interacción e intercambio entre artistas y públicos, expandiendo y fortaleciendo redes y agitando la vida cultural de la ciudad entre jóvenes y no tan jóvenes.
Hemos invertido nuestros ahorros y casi todo nuestro tiempo en mantener abierto este espacio sufragando los gastos del proyecto cultural con el taller de serigrafía y la venta de camisetas y skate, trabajo con el que hemos sostenido también nuestras vidas. Han sido unos años intensos, cargados de pasión, esfuerzo y mucho aprendizaje. Sin embargo, debido a la precariedad que produce sostener un proyecto cultural de estas características sin más recursos económicos que los propios, y ante las escasas posibilidades que ofrece la actual situación que atraviesa el país para encontrar recursos de apoyo al arte, y el especial abandono de los poderes públicos al tejido cultural independiente, hemos tenido que tomar la decisión de parar para poder seguir avanzando.
Cerramos el espacio, pero seguiremos tramando en el barrio. Estamos y estaremos viéndonos en las calles. Gracias por todo lo compartido en este tiempo, ¡seguimos!
